lunes, 15 de diciembre de 2014

Capítulo 2

-¡¿ Y por que nos queréis?! -Les grito con voz temblorosa. Y se empiezan a reír.

-Venga ya. -Contesta el capitán.- sois parte del equipo de prueba, los números que lleváis en el brazo lo demuestra. Tenéis más nivel en menos tiempo y el doble de habilidades, ¿como no os vamos a querer. 

Coge su espada y se hacerla a nosotros, Enzo con rapidez me coge de la mano, y contra mi voluntad, nos acercamos a la ventana, aun con vértigo, nos tiramos, cierro fuerte los ojos y me abrazo fuerte a el. De repente una parada en seco más o menos blanda y un mal olor, al abrir los ojos veo que hemos caído en un contenedor de basura. 

-¡Que asco! - Exclamo mientras salgo de allí con rapidez.

-Ya habrá tiempo para quejarse. -Me regaña cuando me sigue y sale de hay. - Ahora tenemos que irnos a otro distrito.

Empieza a correr y yo como puedo le sigo, no comprendo cómo puede aguantar tanta carrera y aun por encima llevar ropa pesada y esa espada tan pesada que tiene. Unos disparos suenan y me asustó cuando unas balas rebotan en la espada que llevo a la espalda,  aceleró el paso lo máximo que mis piernas dan. Sin esperarmelo, Enzo me coge, me mete en un coche y el en el sitio del conductor y arranca. 

-Por poco. -Mira por el retrovisor y a continuación al frente. -  Mira que eres tonta ¿Estas bien? 

-Si... - Le miro de reojo- ¡Pero me has tirado por una ventana! 

-Venga ya, ¿preferias estar en las manos de ese hombre? No seas idiota. 

-¿¡Quieres parar de insultarme?! Yo no he hecho nada. 

El silencio se hace entre nosotros, no se lo que habrá visto este chico en mi para que confíe, de hecho, parece la persona más desconfiada que conozco, pero supongo que tendrá sus motivos. 

Empezamos a disminuir la velocidad hasta que el coche queda aparcado entre los monumentales edificios, salimos del coche y cogemos cada uno sus pertenencias y caminamos no se a donde. En un momento abro el menú y veo el tiempo jugado, ¡ seis horas! No pensé que lleváramos tanto...

-¿El descanso no era a las séis horas?- pregunto rompiendo el silencio que hay desde hace un rato entre nosotros. 

-Si, pero dan media hora d margen, y nosotros la vamos a aprovechar.- Enzo se queda un pequeño instante quieto, me coge de la mano y avanza rápido. -Vamos a aliarnos con un grupo que es en general de contrabando.

Los edificios empiezan a desaparecer hasta que acabamos en una plaza amurallada y con una gran puerta metálica. Al pararnos, m puedo dar cuenta de que el sol cae pesadamente, el aire parece ser extremadamente seco, y q en el suelo hay pequeños montones de arena. 

-¿Donde estamos?- pregunto.

-No saberlo es d estupidos- Enzo me mira con mala cara y habre su mapa. -Estamos en la puerta para ir al desierto sur de Atarcana. Escuché que allí... -Me quedo con la intriga de saber lo que quería decir. Enzo me coge bruscamente de la mano, ya me empieza a hartar esta actitud de fugitivos. Manda abrir las grandes puertas metálicas dejando al descubierto un gran desierto, justo antes de que pasemos, se escucha unos aparatosos pasos apurados y unos gritos nos volteamos a la vez, resultan ser el grupo que nos amenazó antes. 

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-¿Que mierda hacen aquí?-Digo dando voz a lo que pensabamos los dos. Observo que Anlli enpuña una espada, imitadola, cojo la mía y comienzo a atacar.

El brusco choque del metal suena fuerte y ellos débiles no son, la diferencia de nivel se nota y van callando bajo mi acero. Comienzan a venir muchos, Anlli y yo nos arrejuntamos quedando en el centro de un círculo. Unas palmadas suenan en mano de un hombre que viene hacia nosotros con aires de superioridad.

-Oh, si me matáis a todos los guardias, me vais a dejar en la ruina- comenta con una sonrrisa falsa que parece que se le va a caer de la cara.

-¿Que quieres?- comenta Anlli con una voz seria.

-¿Que crees princesa?-Se hacerca a ella y le coloca el pelo, noto la expresión de incomodidad que tiene. El misterioso me mira desafiante, nota que me enfada y prosigue con lo sullo.- Quiero que seas mi princesa. 

-Ya estoy harto de esta estupidez- Digo enfadado. Con gran rapidez recupero mi espada y comienzo a atacar a ese hombre con gran furia, dificultosamente me esquiva, todos los guardias se abalanza sobre mi tirándome fuertemente contra el suelo haciendo que las costillas me empiecen a doler.... ¿Doler? Estamos en un juego... Eso no debería ser así... -Seras...

-Hey, hey relájate - me interrumpe, muevo un poco la cabeza y veo que tienen a Anlli cogida y con un cuchillo al cuello. -También tengo un puesto para ti si te portas bien.

¡Vete a la mierda! - Grito, acto seguido consigo levantarme y acercarme a el, pero pronuncia unas palabras, instantáneamente caigo al suelo sin fuerzas.

-¡¡Espera!!- Grita Anlli. Logra soltarse y se pone delante mía. - Apenas lo conozco, ¡Pero se que es mejor persona que tu!

-Lo que sea, pero piensate lo que te dige. -Acto seguido mueve la mano empiezo a cerrar los ojos. -Buenas noches. -Lo último que veo son sus pies y luego nada. 

¿Porque tengo frio...?
Noto un calor que abraza mi piel, me despierto lentamente, puesto que hay demasiada luz... Tumbado en el suelo, observo mi entorno, estoy completamente solo en un sitio blanco. Me siento extraño, esto me es conocido. 

-Ya estas de buelta - dice una voz distorsionada- Ya era hora de que vinieses.

-¿De que hablas?  -Contesto con una cierta amabilidad - no conozco este lugar.

-¿Al menos sabes quien soy?

-No -Digo mientras me acomodo en el frio suelo. 

-Bueno ya me iras conociendo. Te sorprendería quien soy.

-ha, espero no matarte antes...-Miro mi reflejo en el suelo y cuando mis fuerzas empiezan a marcharse observó que en el suelo hay unas pequeñas grietas.

-No te preocupes, y descansa bien.

Empiezo a dormirme y caer en un sueño profundo. No se lo que pasa, pero noto algo extraño, se que esto que acaba de pasar me da que no es parte del juego... ¿Que me está pasando? 

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